El Sistema de Dependencia cierra 2013 con un descenso de la lista de espera por segundo año consecutivo
- Durante el año pasado los servicios sociales experimentaron más de 6.200 altas de nuevos trabajadores en las afiliaciones de la Seguridad Social
- Más de 305.000 personas estaban a la espera de prestación dentro del modelo de dependencia a 1 de enero de 2012, y dos años después esta cifra se sitúa en 190.503, es decir, una reducción del 37,7% y el número más bajo desde que el Sistema comenzara a aplicarse
- También por segundo seguido desde la implantación progresiva de las medidas para la sostenibilidad del Sistema de Dependencia, ha aumentado el número de beneficiarios con prestación, 15.255 más desde el 1 de enero de 2012
- Sube dos puntos la atención a personas dependientes por parte de profesionales de los servicios sociales, lo que se ha traducido en un incremento del empleo en el sector de más 6.200 puestos de trabajo
14 de enero de 2014. El Sistema de
Dependencia, cuya gestión depende del IMSERSO, organismo
encuadrado en la estructura del Ministerio de Sanidad, Servicios
Sociales e Igualdad, cerró 2013 con una reducción,
por segundo año consecutivo, del número de personas a
la espera de una prestación. Si 2011 terminó con esta
lista situada en las 305.000 personas, 2013 culmina un descenso del
37,7%, por lo que el número de dependientes que aguarda una
prestación se ubica ahora en 190.503, la cifra más
baja desde que empezó a funcionar el Sistema. De este total,
el porcentaje menor, un 22%, corresponde a los grandes
dependientes, a aquellos a los que el Sistema da ahora prioridad
para recibir atención y asistencia.
El director general del IMSERSO, César Antón, a
la vista de los datos definitivos del año pasado (a fecha de
31 de diciembre), manifiesta que “más de 190.000
personas en la lista de espera siguen siendo muchas, por lo que
entre todas las administraciones hay que seguir trabajando para que
la atención que reciban sea lo más ágil y
eficiente posibles”. Una vez simplificado y ordenado el
modelo, de forma que la regulación del mismo sea
homogénea, el director general ha destacado el esfuerzo del
Ministerio de Ana Mato y de las CCAA, las competentes en materia de
gestión, por sostener un Sistema que hace sólo dos
años se encontraba al borde del colapso.
Las medidas introducidas por el Departamento de Sanidad,
Servicios Sociales e Igualdad para revertir las tendencias
negativas que arrastraba el sistema de Dependencia empiezan poco a
poco a arrojar algunos resultados sobre los que continuar el
trabajo, y todo ello desde la conservación de los derechos
subjetivos reconocidos en la Ley de Dependencia de 2006, sin que se
haya tocado el catálogo de servicios (incluso se ha mejorado
al extender la prestación para asistente personal a todos
los grados de dependencia, lo que antes no sucedía) y bajo
la premisa de la transparencia.
Ésta precisamente ha sido una de las aportaciones
más destacadas, pues desde el 1 de enero de este mismo
año las CCAA tendrán que emitir un certificado
mensual con las variaciones registradas, así como una
certificación de la aportación anual presupuestaria
de la Comunidad Autónoma a la financiación de la
atención a la Dependencia. El objetivo no es otro que evitar
algunas de las irregularidades que había detectado el
Tribunal de Cuentas en el informe de fiscalización del
Sistema entre los años 2007 y 2011 y que, una vez subsanadas
por la gestión conjunta del IMSERSO y de las propias
Comunidades Autónomas, ha propiciado que vuelvan a los
Presupuestos Generales del Estado 39 millones de euros. En
definitiva, que la inversión en el Sistema de Dependencia
llegue verdaderamente a las personas que lo necesitan.
AUMENTO DEL NÚMERO DE BENEFICIARIOS Y DE
EMPLEO
El cierre de 2013 ofrece, además, la
constatación de que el Sistema de Dependencia, lejos de
menguar, sigue registrando más altas que bajas. Así
ha sido a cabo de los dos últimos años, ya que el
crecimiento neto del sistema se ha concretado en 15.255 personas
beneficiarias más receptoras de prestación.
Por otra parte, gracias a las medidas establecidas por el
Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, el empleo en
los servicios sociales ha podido resistir los efectos de la crisis
económica, no sólo porque no haya evitado la
destrucción de puestos de trabajo, sino, y sobre todo,
porque ha conseguido incrementarlos. Así, de acuerdo con el
balance de 2013, las CCAA ya ofrecen más prestaciones por
servicio que para cuidados en el entorno familiar. Un 56,7% de las
prestaciones que se conceden actualmente van destinadas a financiar
la asistencia en el sector de los servicios sociales, dos puntos
más que las que se otorgaban a 31 de diciembre de
2011.
La tendencia ha cristalizado, en consecuencia, en un
incremento de las afiliaciones a la Seguridad Social de nuevos
trabajadores. Había 335.929 afiliaciones el 1 de enero de
2013. Doce meses después, se corrobora un aumento hasta las
342.147, es decir, 6.218 más en un año. Conviene
tener en cuenta que en enero de 2012 el registro era negativo, por
cuanto se sumaron más bajas de empleados, exactamente 1.771
trabajadores menos dentro del sector.