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El Gobierno reforzará la perspectiva de género en las medidas de prevención y tratamiento de drogodependencias y otras adicciones
- Seminario “Mujeres y Drogas” organizado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y la UNICRI, de Naciones Unidas
- Representantes de la Secretaría de Estado de Servicios Sociales e Igualdad y de la UNICRI (Instituto de Naciones Unidas para la Investigación Interregional de la Delincuencia y la Justicia) han intervenido hoy en Málaga para abordar la necesidad de abordar políticas contra el consumo de drogas desde una orientación de género, diferenciando características entre hombres y factores que afectan a las mujeres
- La delegada del Gobierno en
Andalucía, Carmen Crespo, ha inaugurado la jornada
El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad profundizará en la aplicación de aquellas iniciativas que permitan a la mujer acceder a los recursos y herramientas para abandonar las adicciones que hayan contraído - La educación, la información y la sensibilización aparecen como instrumentos cruciales
- El Seminario, en el que ha participado la delegada del Gobierno para la Violencia de Género, Blanca Hernández, ha analizado además “la doble victimización” que sufren las mujeres que padecen malos tratos, y a su vez, sufren adiccciones
26 de junio de 2013. El consumo de drogas en
España se sigue dando en mayor número, y con superior
intensidad, en los hombres. Sin embargo, los estudios recientes que
maneja el Plan Nacional de Drogas advierten de la persistencia de
este consumo en las mujeres, sobre todo alcohol, fármacos y
tabaco. Es decir, no sube, pero tampoco baja. Por esta
razón, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e
Igualdad se ha propuesto reforzar el enfoque de género en
sus estrategias y medidas con el fin de ser más eficientes
en la prevención y tratamiento. El objetivo es claro, tal y
como ha manifestado el director del Plan Nacional de Drogas,
Francisco Babín: conseguir que las mujeres accedan a los
recursos para salir de las adicciones que puedan haber
contraído.
La idea es inamovible, según han constatado en
Málaga, en el curso de un seminario sobre mujeres y drogas,
el propio Babín y las directoras de la Delegación del
Gobierno para la Violencia de Género y de Igualdad y el
Instituto de la Mujer, Blanca Hernández y Carmen Plaza,
respectivamente. El seminario, organizado por el Ministerio, en
concreto por la Secretaría de Estado de Servicios Sociales e
Igualdad, y por la UNICRI (Instituto de Naciones Unidas para la
investigación de las adicciones), ha contado con la
participación de la delegada del Gobierno en
Andalucía, Carmen Crespo, y del subdelegado del Gobierno en
Málaga, Jorge Hernández Mollar. Asimismo, ha
intervenido personal de Naciones Unidas especializado en el
ámbito.
La necesaria perspectiva de género para trazar
líneas de actuación contra las drogodependencias no
es algo nuevo en España. Babín ha recordado que tanto
la Estrategia Nacional de Drogas, aprobada en 2009, como el Plan de
Acción, en vigor desde el pasado mes de enero, recogen ya la
diferenciación de las medidas conforme vayan dirigidas a
hombres o a mujeres.
Sin embargo, con los datos en la mano, conviene reforzar esta
orientación. El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e
Igualdad de Ana Mato se está planteando la entrada en
funcionamiento de una serie de protocolos de atención
específica a la mujer con adicciones, al igual que el
fortalecimiento de dos ejes esenciales: el acceso de la mujer al
mercado laboral, ya que, como ha dicho Carmen Plaza, la
rehabilitación viene en gran medida supeditada a la
independencia económica; y la investigación: cuanto
más exhaustivo sea el diagnóstico de cómo las
drogas afectan a la mujer, y de los ocasionales obstáculos
que pueda encontrar para abandonar su consumo, más certeras
serán las medidas de las administraciones.
Por ello, la Secretaría de Estado de Servicios Sociales
e Igualdad ha destinado parte de la inyección de los fondos
del Espacio Económico Europeo (12 millones de euros en
total) a proyectos de inserción socio-laboral de mujeres en
situación vulnerable. Y en la Estrategia Nacional para la
erradicación de la violencia sobre las mujeres figuran
iniciativas en la misma línea, en especial programas de
atención personalizada.
Porque no se puede pasar por alto la fehaciente
relación entre las adicciones y los malos tratos. Un
número resume la situación, según ha declarado
Blanca Hernández: alrededor del 80% de las mujeres con
drogodependencias son víctimas de malos tratos por sus
parejas o exparejas. En consecuencia, abordar el problema desde una
perspectiva de género permitirá a los poderes
públicos trabajar en una doble vertiente: en la
superación de la adicción y en la salida de la
situación de violencia de género. Babín ha
ahondado en este vínculo: los malos tratos originan
adicciones, y al mismo tiempo, las adicciones, por regla general,
abocan a la mujer a ser más permisiva con los malos
tratos.
La Delegada del Gobierno para la Violencia de Género ha
lamentado esta “doble victimización” y se ha
conjurado para establecer líneas de trabajo desde dos
ópticas: por un lado, la sensibilización: trasladar a
estas mujeres que son víctimas de violencia de género
aunque no se den cuenta; y por otro lado, el tratamiento, que
estará marcado por planes individuales con la finalidad
puesta en la inserción laboral.
Plaza, por su parte, ha recalcado que el Instituto de la Mujer
dispone de material que profundiza en esa ·”doble
victimización”, lo que ha aprovechado para subrayar la
importancia de los estudios al respecto, y ha adelantado que esta
línea de documentación ni mucho menos va a dejarse de
lado. Al contrario: la Dirección General de Igualdad y el
Instituto de la Mujer mantendrán esta prioridad de
investigación. A su vez, ha recalcado la utilidad de la
formación a profesionales sanitarios en materia de violencia
de género y de consumos adictivos; y de la educación
desde edades tempranas.